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En un sector del barrio Campo Valdés, Nuestra Cámara Ambulante encontró a un ciudadano venezolano que llegó hace 9 meses a Medellín buscando un mejor futuro y aunque encontró empleo y vive con su esposa, mantiene la tristeza de no saber nada de su papá que vive en Medellín y no lo ha podido encontrar.
Álvaro nació en Caracas un 12 de diciembre, tuvo 5 hermanos más y es uno de los más de 30 mil venezolanos que en el último año han arribado a Medellín huyendo de la difícil situación que vive su país. Asegura aunque en la ciudad ha encontrado empleo y tranquilidad junto a su esposa, le hacen falta sus hijos que permanecen en su país natal.
Este hombre con más de 30 años de vida dice que tiene un sueño: conocer a su papá biológico, que según su mamá, es colombiano, nacido en Medellín y ahora que el destino lo trajo hasta estas tierras, lo quiere encontrar para conocerlo y abrazarlo.
Llegó hace 8 meses a Medellín y desde entonces camina las calles con la esperanza de encontrar a su progenitor, del cual solo tiene una foto de la década de los 80 cuando compartió con su madre en Venezuela y de donde partió cuando ella quedó embarazada, por eso, no renuncia a encontrarlo.
Cada mañana, Álvaro, sale a trabajar con la fe intacta de reunir dinero para traer a sus hijos y de conocer el paradero después de 3 décadas de su papá.
