Luis es un campesino del corregimiento de Santa Elena, recuerda que hace 10 años se quedó sin empleo y sufrió una depresión que terminó en párkinson y desde entonces en compañía de sus 3 hijos y esposa, se dedicó a transformar las flores que cultivan sus vecinos.
La familia se dedica a comprar las flores, las procesan y las convierten en accesorios para mujeres
Nidia es una de sus hijas que estudio negocios internacionales pero decidió no ejercer su profesión para dedicarle cuerpo y alma a esta empresa familiar inspirada en la tenacidad de su padre. Con las flores nativas compradas a los cultivadores de Santa Elena, las diseca con una fórmula secreta familiar y las convierte en aretes, anillos, pulseras, velas decorativas y otros accesorios.
Cuentan orgullosos que estos modelos exclusivos ya son exportados a Canadá, Estados Unidos, Panamá, Honduras y otras ciudades de Colombia.
Esta familia orfebre, de artistas y floricultures sueña con seguir transformando hortensias, siempre vivas, viravira y otras especies en estos diseños únicos en el mundo y a su manera, lograr que la belleza de las flores de este corregimiento, perduren para siempre.