Llegamos con nuestra Cámara Ambulante hasta la Comuna 8 de Medellín y en el barrio Caicedo encontramos a Luz Merly, una joven madre que ajusta más de 10 años cuidando a sus dos hijos con adrenoleucodistrofia. Para sobrevivir debe vender gelatina de pata.
Luz Merly dice que su vida cambió hace 12 años cuando le diagnosticaron a su primer hijo adrenoleucodistrofia, una enfermedad huérfana que lo tiene postrado en la cama, debió renunciar a su trabajo para cuidarlo y hoy dedica 24 horas al día a la protección de su hijo de 17 años que cada vez pierde más la movilidad física y mental.
Dice que la EPS solo le entrega 100 pañales mensuales y su hijo gasta entre 170 y 200, los medicamentos que son prioritarios llegan tarde y esta humilde familia debe comprarlos, por eso, y sin poder salir de su casa, decidió en compañía de su esposo, montar una microempresa para hacer y vender gelatina de pata.
Pese a las dificultades, en este hogar todo es amor y paciencia, las cosas se dificultaron cuando hace 6 años, a su otro hijo de 7 años le descubrieron la misma enfermedad, le hicieron trasplante de médula y hoy vive medicado. Ella solo pide una oportunidad para poder vender sus productos.
No pierde las esperanzas y confía que su segundo hijo continúe con salud y sin complicaciones, por eso, para conquistar compradores tiene una forma especial de vender las gelatinas y bombones que hace con amor y necesidad.
