En el barrio San Javier La Loma, parte alta del occidente de Medellín, viven 180 familias que recuerdan cómo era el proceso que tenían que atravesar para conseguir agua.
Algunas familias debían usar el agua de un pozo para poder bañarse y alimentarse.
Un habitante del sector recuerda que hace 3 años vio a un adulto mayor recogiendo agua de este pozo sucio, lo que motivó su interés para conseguir el acueducto y alcantarillado.
Por más de 40 años siempre escucharon respuestas negativas cuando solicitaban el servicio, por esto instauraron una acción popular, la cual fue fallada a su favor.
Son 180 las familias del sector las que hoy disfrutan del nuevo servicio de alcantarillado y agua potable en sus viviendas.
En La Aguadita todos están felices con el servicio de agua potable en sus residencias y piden atención para el viejo pozo que con su agua les permitió sobrevivir por casi medio siglo de vida.