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La Semana Santa se convierte en la oportunidad perfecta para que los traficantes de fauna puedan hacer de las suyas; por eso, las autoridades ambientales crearon un dispositivo para atacar este flagelo que, durante esta celebración, se incrementa hasta en un 30 por ciento.
"Incluso vemos como las pintan y cómo afectan su condición natural, como las camuflan en empaque en botellas de gaseosa, en balones, cosas que realmente son dolorosas", explicó Ana Ligia Mora, Directora Corantioquia.
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Se estima que de 10 individuos que se comercializan 9 mueren en el proceso de tráfico, siendo los loros, las guacamayas, los primates y los felinos, las especies mayormente traficadas durante la Semana Santa.
"Se siguen presentando situaciones desde la región de Urabá, del norte del país también de la Costa Caribe se presentan estas situaciones las personas cuando vienen en el recorrido del carro compran loras, guacamayas y monos", expuso Juan David Palacio, Director Área Metropolitana.
Las terminales de transporte terrestre y el Valle de Aburrá también contarán con la presencia de 40 uniformados de la Policía Ambiental con seguridad especial y diferentes operativos en lugares estratégicos.
"Tenemos varios puestos de control en las diferentes partes: en la Y de Primavera, en el Trapiche y además vamos a hacer puestos de control ambiental en la terminales norte y sur vamos a visitar plazas de mercado", aseguró Intendente Jefe Diego León Marín, Integrante Grupo de Protección Ambiental y Ecológica.
El tráfico de fauna es el cuarto negocio ilegal más rentable en el mundo. En lo que va de 2023 3 personas han sido capturadas en el Valle de Aburrá por tenencia ilegal de fauna y 73 animales han sido rescatados.
