El diario El Colombiano dio cuenta ayer de que al cierre de edición la noche de las velitas, el viernes pasado, había en Antioquia 15 heridos a causa de la pólvora, 10 de ellos en Medellín, los otros cinco en La Estrella, Itagüí, Envigado, Bello y Cocorná. De los 15 quemados, siete menores de edad.
Con esas cifras sube a 55 el número de quemados con pólvora en Antioquia, 25 de ellos menores de edad. De los 55 casos, 26 han ocurrido en Medellín, entre ellos el que se señala como el caso más grave: el de un bebé de seis meses golpeado en su cabeza por un volador.
En esto no es la pólvora la que no se detiene, es la desconciencia, palabra que en el diccionario no existe pero en la realidad sí. Desconciencia: actitud que hace a un lado la conciencia, que la ignora porque la considera estorbo.
Las autoridades siguen con su campaña de no-pólvora, y menos cerca de los niños, y muchísimo menos en manos de ellos. La policía no baja la guardia con sus operativos para decomisarla. La desconciencia se burla de normas, repudios e indignaciones. Nosotros seguimos aquí repitiendo sin cansancio que un niño quemado con pólvora es una infamia.
Lo que estamos viviendo deja ver que nada puede la ley contra lo que llamamos costumbre, palabra en nombre de la cual llegamos a defender lo más insano, la vulgaridad y la perversidad, la infelicidad eterna de nuestros propios hijos.
Luis Alirio Calle
@LuisAlirioCalle