Pese a que la ley 1548 de 2012 ha endurecido las penas a quienes son sorprendidos conduciendo en estado de embriaguez, las cifras de accidentes y de víctimas a causa del licor siguen siendo una dolorosa noticia cada fin de semana.
Es la mezcla de la des-conciencia: gasolina y alcohol.
En lo que va de 2012, en Colombia han muerto 316 personas y más de mil 700 han resultado heridas víctimas de accidentes de tránsito causados por conductores borrachos. Según cifras de las autoridades de tránsito, ha habido de enero a hoy cerca de mil 350 accidentes con licor de por medio.
De esa cifra, más de 300 casos han ocurrido en Medellín donde, en lo que va del año, los exámenes de alcoholemia han registrado más de mil 800 casos positivos. La ley 1548 endurece las penas a quienes beben y conducen pero, como dice el refrán y a juzgar por los hechos, “primero se acaba la aguamasa que los marranos”.
Y otro dicho popular advierte que “por más que bañes el marrano, éste siempre volverá al pantano”.
Ello apunta a que la realidad, con los hechos, siempre estará advirtiéndonos que una cosa es la ley y otra la educación. Un enorme vacío ha de haber en nosotros que acudimos al trago para estar felices, y más enorme ese vacío cuando nos importa más la engañosa felicidad que la sagrada vida de los otros.
Luis Alirio Calle M.
@LuisAlirioCalle