El Presidente Santos hizo énfasis en el propósito fundamental del nuevo proceso de paz. Ese propósito le da el título: “Acuerdo General para la Terminación del Conflicto”. Y en eso se concentra, ahora, la nueva esperanza del país, que bastante vieja es y por ello hoy es más anhelo que esperanza.
Porque nunca como ahora se había sentido entre los colombianos un aire de esperanza como el que ha dado el presidente Santos con su anunciado Acuerdo General para la Terminación del Conflicto, sin que eso signifique, como dijo él mismo, que esté por descontando que todo va a ser un éxito.
Es por la certeza de claridad que dio sobre lo que ahora se emprende… Por mandato ético, el compromiso de la política es la paz, no la guerra.
El presidente afirmó: “Si no hay avances, sencillamente no seguimos”. Esos avances deben sentirse sobre el propósito: la terminación del conflicto. Y el conflicto terminará cuando desaparezcan los motivos de la guerra, han dicho por su parte las Farc.
Por eso a este nuevo proceso lo deben asistir más las políticas que la politiquería. Y en ello hizo pensar el presidente al hablar de desarrollo rural, de garantías para estar en la plaza pública, de lucha positiva contra el narcotráfico y de respuesta cierta a los derechos de las víctimas.
Es para que no dure cien años esta guerra, ya eterna.
Luis Alirio Calle M.
@LuisAlirioCalle
