En primer orden de atención tanto de gobierno local como nacional, y en primer orden de reclamo ciudadano, continúa y permanecerá el tema de la seguridad en Medellín con motivo de los últimos acontecimientos.
Se insiste en que en esto es preciso el compromiso de gobierno y ciudadanos.
Medellín está, como lo ha estado desde hace más de 20 años, en el propósito de combatir la inseguridad y su efecto más nefasto: el miedo. Ese propósito tiene hoy el nombre de Plan Integral de Seguridad y Convivencia, sustentado en el conocimiento de los factores que crean y alimentan el ambiente de inseguridad.
Uno de esos factores, entre los que más pesan, es el de los “combos armados”. De la existencia de éstos todos tenemos culpa, o no la tiene nadie; es un asunto, como dicen los estudiosos, “estructural”, histórico y con un peso cultural muy fuerte. Un día, a falta de respuestas, el narcotráfico abrió oportunidades no propiamente oportunas a una sociedad confundida entre necesidad y ambición.
Hoy hay que combatir el fenómeno con la fuerza y con la ley, y tan urgente como eso, lo es un trabajo de prevención decidido y estudiado, y sustentado en una nueva educación… Eso vale.
Mientras tanto, hay que indignarse contra el miedo, hay que deponerlo si queremos derrocarlo… En ello estamos todos implicados.
Luis Alirio Calle
@LuisAlirioCalle