Pico y placa Medellín

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Aguirre

Aguirre

El mundo intelectual y periodístico lamentó el fallecimiento del abogado, escritor y crítico de cine Alberto Aguirre, quien murió en Medellín en la madrugada de este lunes 3 de septiembre. Fue uno de los columnistas más leídos del país.

Alberto Aguirre decía que él era cáustico y hostil por naturaleza, porque su naturaleza era no tragar entero y estar inconforme. El fundador del Nadaísmo, Gonzalo Arango, dijo alguna vez que Alberto Aguirre era “un espíritu creador, combativo e inconformista”. Fue abogado, editor, fotógrafo, librero, escritor, crítico.

“No se deja coronar por la frágil gloria de adormidera que se ciñen los hombres mezquinos”, escribió Gonzalo Arango.

Con él se va uno de los espíritus más libres que hemos conocido; de él muchos bebimos palabras que siempre buscaron ayudar a descuadernar la mentira. Tomó partido por el menos favorecido, por el excluido, el desplazado, el exiliado.

Él mismo fue exiliado a causa de su vocación por esclarecer. “Al exiliado le dan el mundo por cárcel”, escribió.

Tan crítico como criticado fue Alberto Aguirre. Alzó su pluma contra la permeabilidad de la conciencia; fustigó la que llamó tristeza derrotista del tango; levantó su látigo contra una sociedad acomodada en la justificación de una inmoralidad propia de los abusos del poder.

Aguirre fue un alma en permanente estado de alerta. Darío Ruiz Gómez dijo de él: “Era necesaria la furia moral que tenía”.

Luis Alirio Calle M.

@LuisAlirioCalle