Luego del temblor del 24 de mayo, la tierra comenzó a moverse en el municipio de Puerto Escondido, Córdoba. Las grietas son enormes.
Un temblor de 6.6 grados sacudió el Golfo de Urabá y parte de la Región Caribe. La noche del temblor, se reportaron daños menores en los municipios cercanos, pero la verdadera problemática comenzaría días después.
Los habitantes del municipio de Puerto Escondido, donde se encuentra el popular volcán de lodo, comenzaron a reportar anomalías en la tierra.
Enormes grietas empezaron a surgir cerca al Cerro de la Cruz y estas recorren kilómetros de hectareas, afectando terrenos, cultivos, viviendas y hasta la escuela.
Las grietas se han intensificado con las lluvias y los habitantes aseguran que escuchan la tierra crujir. También afirman que de estas emana gran cantidad de lodo arcilloso y olores a gas y azufre.
"Con el evento sísmico se produjo una licuefacción del suelo y pasa de manera rápida de un estado sólido, a una especie de plástico, maleable, como si fuera una masa, similar a una arcilla, lo que da inestabilidad al lugar en zona de laderas. Esto podría ocasionar una remoción activa", explicó Albeiro Arrieta, subdirector de gestión ambiental de la Corporación Ambiental de los Valles del Sinú.
La alcaldesa de Puerto Escondido, informó que, las clases en la Institución Educativa de la población fueron suspendidas, pues las grietas alcanzan al lugar y ponen en riesgo la vida de 1.300 estudiantes.
De la misma forma se decidió evacuar a las familias que están en la zona de riesgo de la falla, una zona cercana a las 60 hectáreas.
La población teme que pueda tratarse de una amenaza del volcán de lodo que pueda estar en riesgo de deslizamiento, tal y como ocurrió en 1.989.