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La idea de Gustavo Petro es convertir a Colombia en potencia mundial de la vida y todas sus propuestas van encaminadas a desarrollar a fondo, como él dice, la constitución de 1991.
Gustavo Petro, nacido en 1960, en Ciénaga de Oro, Córdoba, pretende ser el primer presidente de Colombia, de tendencia de izquierda y, para lograrlo, pone a consideración de los colombianos su trayectoria política que considera la mejor para asumir las riendas de un país profundamente polarizado.
Terminó sus estudios en el colegio La Salle de Zipaquirá, Cundinamarca, población de la que fue personero y concejal y donde se vinculó, en 1977, al M-19, por el cual estuvo procesado y encarcelado.
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Luego de su salida de prisión aprovechó su exilio para estudiar en Europa especialización, maestría y doctorado, todo en temas relacionados con la administración pública.
A su regreso al país, a finales de los 90, empezó una carrera política que lo llevó a ser Representante a la Cámara, Alcalde de Bogotá, Senador de la República y candidato presidencial en dos oportunidades, con la actual.
Fue militante de la alianza M-19, el Polo Democrático, la Colombia Humana y, ahora, del Pacto Histórico, coalición con la que aspira a ser presidente.
Petro dice que su actual campaña pretende, por encima de las propuestas, generar un diálogo con una sociedad viva, diversa, pensante y beligerante.
Petro, luego de la consulta interpartidista, eligió como fórmula vicepresidencial a Francia Márquez, una dirigente caucana ambientalista, afrocolombiana, abogada de la Universidad del Valle, especialista en escrituras creativas, premio Goldman, madre cabeza de familia, representante de La otra Colombia, de La Colombia Profunda, y vocera de Los Nadies.
Expertos, con base en la propuesta de esta fórmula y basados en la tendencia de las encuestas, aseguran que Colombia está muy cerca de romper una hegemonía de 200 años.
