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Francisco Lopera Restrepo se convirtió hace poco en el único latinoamericano en ser galardonado con el premio Potamkin por haber dedicado más de la mitad de su vida a investigar las causas y las posibles curas del Alzheimer.
Su principal motivación fue encontrar la cura para esta enfermedad que padecía su abuela, llevándolo a desarrollar una infinidad de retos y metas por cumplir para poder lograr su cometido de ampliar las brechas investigativas en esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas.
Francisco Lopera Restrepo nació en Santa Rosa de Osos, en el corregimiento de Aragón. Es neurólogo clínico, profesor titular de la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y coordinador general del Grupo de Neurociencias de Antioquia.
Su arduo y extenso camino en la investigación científica, y específicamente en el campo de la neurociencia, empezó hace varios años desde que estaba estudiando medicina, un camino impulsado por el amor a su familia.
“Cuando yo empecé a estudiar medicina una de las cosas que más me impulsó a pensar en la enfermedad de alzheimer es el hecho de haber visto a mi abuela con enfermedad de Alzheimer y que los médicos no proponían una solución y me parecía que era negligencia de los médicos, cuando pensé en eso, que era una negligencia, me propuse en el futuro que cuando fuera médico eso no iría a pasar, pero realmente era un problema de la dificultad de la gravedad del diagnóstico y de la enfermedad que no era fácil no en esa época ni en la época actual”, añadió el doctor.
Hace 40 años inició su proceso investigativo con el Grupo de Neurociencias de Antioquia, con el cual ha logrado grandes y significativos avances.
“La investigación y el trabajo en el Grupo de Neurociencias de Antioquia empezó hace 40 años, yo era residente de neurología y mi primer proyecto fue sobre trastornos del lenguaje en pacientes con lesiones cerebrales y posteriormente presenté un proyecto de investigación sobre el Alzheimer familiar en Antioquia”, agregó Francisco Lopera.
Desde sus inicios, al doctor Francisco Lopera siempre lo ha caracterizado la disciplina y el compromiso con el cual aborda cada investigación, Francisco explicó que “en la década de los 80 y 90, fue un trabajo muy artesanal, sin mucho conocimiento de investigación, pero con mucha pasión y con mucho amor por la investigación”.
Sin duda alguna Francisco Lopera se ha convertido en uno de los doctores en el campo de la neurociencia, más importantes para el mundo científico y el área de la salud.
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