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Algunos han aprovechado esta gran atracción para realizar negocios ilegales, construyendo y vendiendo viviendas campestres o "ecoaldeas" sin cumplir con las normas de construcción y sin obtener las correspondientes licencias y autorizaciones.
"Cuando llegué a vivir allá, varias personas me propusieron negocios. Yo alquilé una cabaña, comencé a conocer la vecindad y me empezaron a ofrecer varios negocios dentro de la ecoaldea. Me dijeron que la escritura era proindiviso, había una situación con el agua, la cual no era de EPM sino que era agua de nacimiento, y prometían esa agua como propia de nosotros cuando en realidad era de nacimiento, al igual que un bosque", dijo Juan Camilo Restrepo, habitante de Santa Elena.
Juan Camilo, buscaba cumplir el sueño de tener su propia casa en Santa Elena en busca de su hogar ideal. Fue así como se encontró con un proyecto llamado "ecoaldea" que le vendían con escrituras proindiviso. Es importante aclarar qué significa una escritura proindiviso y qué garantías brinda.
"Que un bien esté en proindiviso no significa más que su propiedad se encuentra en cabeza de varias personas sin que a ellas corresponda una porción específica del bien. Sin embargo, puede convertirse en ilegal y constituir un delito cuando se utiliza como argumento o medio artificioso para obtener un provecho ilícito de una persona. Y esto es lo que se ha venido dando en Santa Elena, con vendedores inescrupulosos de lotes que, bajo el argumento de estar vendiendo un bien inmueble en proindiviso, lo que hacen es ofertar bienes cuya construcción está prohibida por estar en zonas prohibidas." afirmó Andrés García, abogado penalista.
La situación es alarmante, pues este tipo de negocios ilegales atraen, en especial, a extranjeros, muchos de los cuales hoy se encuentran sufriendo las consecuencias de haber invertido su patrimonio en estas propiedades, que ahora forman parte de la lista de edificaciones que serán demolidas en el corregimiento.
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Las autoridades del corregimiento tienen en su mira otras 476 propiedades que han sido construidas sin ningún tipo de reglamentación para viviendas, ecohostales y glampings que han generado un daño irremediable al medio ambiente. Esta situación requiere una pronta atención, pues estas construcciones ilegales representan un riesgo tanto para la seguridad de quienes las habitan como para el medio ambiente.
Pero la historia no es nueva, mire lo sucedido en el año 2020: Recuperan 210 mil metros cuadrados ocupados ilegalmente en Santa Elena
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