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Cerca de 3.000 personas, entre empleados y directivos de ocho empresas del sur del Valle de Aburrá, salieron a manifestarse en las calles para protestar contra los violentos que quieren empañar las marchas del Paro Nacional.
Uno de los desmanes lo sufrió un policía que acompañaba la movilización. El uniformado resultó ileso gracias a una libreta que portaba en la camisa, pues el documento recibió el ataque con arma blanca que una persona amparada en la multitud, hizo contra él.
Este tipo de agresiones, en gran parte motivaron las pancartas y arengas de los manifestantes que exigieron respeto por la vida y la integridad de los miembros de la fuerza pública. La protesta transcurrió en calma y sin bloqueo de vías.
Los empresarios anunciaron que volverán a salir a la calle en horarios acordados con los empleados para impactar lo menos posible la jornada laboral. La protesta también es apoyada por los sindicatos de cada empresa.
