Hay que ir a teatro, es una invitación y un llamado urgente. El teatro es una expresión artística y cultural, sí, pero es también una ventana a otra forma de ver, de imaginar y de representar el mundo.
En el teatro vi por primera vez dos hombres besándose (Un beso de Dick) y supe que el amor era también una posibilidad para quienes éramos diferentes. En teatro vi una travesti vieja, cansada, llena de miedos que iba perdiendo una a una sus amigas (Ay Días, Chiqui), y sentí empatía y dolor por las experiencias ajenas.
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El teatro, la sala de un teatro, han sido y seguirán siendo espacios para le encuentro y para la diversidad, para la expresión libre y para la exploración del cuerpo, la sexualidad y el género.
Hay que ir a teatro, porque el arte y las artistas necesitan un público, hay que ir a teatro porque la tecnología no nos puede borrar el encuentro y la magia de la presencia, hay que ir a teatro, porque es uno de los pocos lugares en los que te puedes encontrar con representaciones de personas que se parecen a ti, o de personas tan diferentes a ti que te harán reflexionar, y ver el mundo de muchas maneras diferentes.
El teatro ha sido un espacio para el encuentro y para la diversidad
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