Quienes esperaban una batalla de montaña en la etapa 12 del Tour de Francia vieron a los principales protagonistas respondiendo con un ritmo cansino y falto de emoción.
La primera jornada de los Pirineos entre Toulouse y Bagnères-de-Bigorre con dos premios de montaña de primera categoría, uno de ellos ubicado a 30 kilómetros de meta prometía por lo menos algún intento de aquellos favoritos que necesitan descontar tiempo en la clasificación general individual.
El panorama fue totalmente distinto con una fuga de 40 corredores que logró casi 10 minutos de diferencia con el lote de la cual emergió el trío de ciclistas que definió la etapa.
Simon Yates se impuso a Pello Bilbao y Gregor Mühlberger en la meta en una de las pocas emociones del día.
El grupo comandado por el Team Ineos que pone las condiciones y genera un respeto excesivo a los demás líderes, puso un ritmo de crucero con el que todo el pelotón de favoritos llegó a la meta.
En las declaraciones posteriores a la fracción de hoy, los candidatos aseguraron que era un día para guardar fuerzas de cara a la etapa contrarreloj individual de mañana de 27 kilómetros en Paú y por esa razón no se hicieron daño y se conservaron todas las diferencias.