Está claro que la pandemia cambió muchos aspectos de la vida humana, los hábitos y las relaciones. Un estudio reveló la forma en la que impactó en la salud mental.
Recientes estudios revelaron que ahora las personas consideran su estabilidad emocional igual de importante que su salud física.
9 de cada 10 personas incluyen dentro del bienestar perspectivas más holísticas que, según los expertos, irían encaminadas al autocuidado mental.
Este no es el único cambio, pues dichas conductas vienen de la mano con el aumento de los casos de depresión que se registran, tanto en personas que contrajeron la enfermedad del Covid-19, como las que no.
Para algunos expertos en psicología y psiquiatría, esto podría ser una secuela de la pandemia, no necesariamente del Covid-19, sino del impacto social que se vivió en el mundo.
Si bien los casos de enfermedades mentales han ido en aumento, la percepción positiva hacia la terapia también, lo que profesionales catalogan como positivo, pues permite brindar ayudas a tiempo.
Personas de todas las generaciones comparten estas consideraciones y encuentran en el tiempo compartido con seres queridos, espacios de reflexión y visitas a terapia, elementos claves para el cuidado.
Las generaciones más jóvenes consideran que mantener un estilo de vida saludable es una prioridad, el 84 % de la Generación Z y los Millennials planean desarrollar prácticas de bienestar diarias, los más pequeños de la Generación Alfa, hoy en día ya valoran más el tiempo en familia.