Aunque el aislamiento preventivo obligatorio continúa en todo el país hasta el 30 de junio, con medidas menos rigurosas, los alcaldes tendrán la potestad para endurecer o, por el contrario, ser más flexibles en cada jurisdicción.
Esto quiere decir que el nivel de flexibilización estará enmarcado en el comportamiento del virus en los municipios. Todas las medidas, diferentes a las decretadas por el presidente, tendrán que ser autorizadas previamente por el Gobierno Nacional.
El mandatario nacional recordó que la idea no es que desde este lunes todos los comercios estén abiertos, sino que se haga de manera gradual y sin superar un aforo de 30 %. Recordó que no está permitida la reactivación de vida social ni de entretenimiento.