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En el mes de la niñez, 18 niñas y niños en condición de vulnerabilidad cumplieron el sueño de volar por primera vez en un avión que recorrió los cielos antioqueños. Estos rostros llenos de alegría develaron el cumplimiento del sueño de ver Antioquia desde los cielos y además se enfrentaron al reto de ser bomberos por un día.
Entidades como el Dagrd, de la mano de empresarios de la industria aeronáutica y demás fundaciones, crearon la iniciativa 'Alas y Sonrisas' para que 18 niños y niñas con enfermedades de alta complejidad vivieran la alegría de volar.
Cada uno de ellos estuvo acompañado de sus padres, quienes con orgullo aplaudían y sonreían al ver a sus hijos cumplir sus sueños.
“Ella se llama Sofía, tiene 7 años, es mi motor y el de nuestro hogar, la fundación ha sido un gran apoyo para nosotros porque no ha sido nada fácil”, expresó Alejandra Montoya, mamá de Sofía.
A pesar de las condiciones económicas y de la situación de salud de algunos de los menores, todo quedó en segundo plano, pues la vida con optimismo es cuestión de actitud y más aún si un sueño que se veía lejano ahora es posible.
Iván Gutiérrez, padre de Evaluna, mencionó que la enfermedad de su hija no es un impedimento para los sueños de esta alegre pequeña. “Para ella no hay enfermedad, o sea para ella no existe la enfermedad, ella es una niña común y corriente, feliz, alegre, como si nada la verdad, ella es muy madura para la edad que tiene y afronta todo como debe ser realmente”.
Cuando se llegó la hora de partir, cada uno de los pequeños abordaron las tres aeronaves dispuestas a llevarlos a cumplir sus sueños, aunque hubo nervios, la emoción se tomó el protagonismo.
Tras vivir la aventura de estar en un vuelo de aproximadamente 30 minutos, los 18 niños y niñas regresaron al aeropuerto y fueron recibidos con honores. Aunque algunos se bajaron mareados y otros desorientados, lo cierto es que cumplieron con el objetivo de hacer realidad el sueño de volar.
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