Pico y placa Medellín

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Las dos caras de las vías a Occidente

El invierno es uno de los factores que más altera el estado de las vías en el país. Según el Ideam esta semana empieza la segunda ola invernal del 2011 y Corantioquia ya lanzó sus alertas sobre posibles deslizamientos que principalmente afectarían la red vial de Antioquia.

A esto se suma el listado de carreteras nacionales que se verán afectadas durante esta temporada de lluvias y que fueron anunciadas por el ministro de transporte, Germán Cardona Gutiérrez, entre las que se encuentra la vía hacia el Occidente antioqueño o conexión vial Guillermo Gaviria Correa.

Por la del túnel

Sin ningún inconveniente se puede realizar el recorrido por esta troncal. El tiempo estimado para hacerlo es de una hora y media, aproximadamente, y ese tiempo tardó el recorrido en el que se pudo notar que varias obras preventivas se adelantan a lo largo de la vía.

Contando los kilómetros desde la salida de Medellín, en el kilómetro 24, se encuentran los primeros trabajos que consisten en la siembra de hierba, según Jorge uno de los obreros, para que “agarre” la tierra de las laderas que bordean la carretera y así prevenir los deslizamientos.

A la par de estos trabajos, hay otros hombres, a lado y lado de la calzada, realizando labores de limpieza en las cunetas y de “rozado” o desherbando las zonas bajas más cercanas al pavimento.

En dos de las zonas catalogadas por los conductores como las más afectadas por la caída de piedras, donde se han presentado accidentes y bloqueos de la vía, que continuando con las cuentas en kilómetros, corresponderían al kilómetro 25 + 400 y al 33 + 400, se encuentra en muy buen estado, no hay pasos restringidos, todo transcurre en total normalidad.

Más adelante, un kilómetro antes de llegar a San Jerónimo, se construye un muro de contención en uno de los costados de la vía. Alberto, uno de los trabajadores, dijo que ese trabajo, en el que participan ocho personas, se viene haciendo desde el mes de enero y estará listo para octubre.

Sin más contratiempos continuó el recorrido hasta Santa Fe de Antioquia, con una alteración en el kilómetro 40 + 900 donde se presenta un desnivel en la vía o hundimiento algo que según dijeron los que por allí transitan, no estaba hace seis meses.

Por “la vieja”

Sin el túnel, el recorrido hacia el Occidente y el Urabá se realizaba por la carretera ahora conocida como “la vieja” o por el Alto de Boquerón. Con la construcción del Túnel de Occidente y su conexión vial, la antigua vía quedó como una alternativa poco usada y a la cual se puede acudir si el paso por la nueva carretera está bloqueado.

Saliendo de San Jerónimo, por la antigua carretera, el viajero se encuentra con una calzada solitaria, sin el tránsito vehicular que en otrora soportó. Aunque muy sola, se puede notar que se le han hecho algunos trabajos de reparcheo, mientras que uno que otro carro circula y desaparece en un instante.
En un principio, el recorrido se hace sin inconveniente alguno, y se puede sospechar que así va a continuar, pues sin el constante flujo vehicular el recorrido puede ser más tranquilo e incluso más ágil, el problema empieza unos kilómetros más arriba cuando el asfalto tiende a desaparecer.

En algunos tramos se transita en medio de casas, algunas abandonadas y destechadas, hierba que nace entre el pavimento, algunos animales y niños en la vía, y algunas personas reunidas mirando atónitos los carros que pasan por allí, pues según ellos, por allí “únicamente que pasan los carros del gas y uno que otro particular”.
Más adelante, mientras se continúa con el ascenso, hay personal contratado por la Gerencia de Concesiones, a quienes se les entregó esa vía por un periodo de veinte años, del mismo que había en la “vía nueva”, desherbando y limpiando las cunetas, labor de mantenimiento que iniciaron hace aproximadamente un mes y que permiten que el camino se mantenga en buen estado en algunos tramos.

Unos metros más adelante, entre las cruces que demarcan el lugar donde muchos murieron, el paso se debe hacer con precaución pues la montaña ha ido cediendo y se ha llevado hasta la mitad de la calzada. Unas curvas más adelante sucede lo mismo.

Al aproximarse al corregimiento de San Sebastián de Palmitas, pasando Pueblo Nuevo, el recorrido sigue en total normalidad, de repente, “¡oh sorpresa!”, hay pérdida total de la banca, paso restringido, por lo que a algunos automóviles toca empujarlos para que puedan subir una pendiente de tierra negra y piedras,  que es en lo que se ha convertido ese tramo de la carretera. Los pasajeros de un bus, de esos que en sus letreros de ruta anuncian su paso “por la vieja”, tienen que bajarse mientras el bus, también empujado logra pasar ese difícil tramo.

Llegando a San Cristóbal, en el descenso a Medellín, el asfalto se ve levantado en algunos tramos, lo que sumado a los otros daños, dejan percibir cierto estado de abandono en la antigua vía al Noroccidente antioqueño.

[Alianza con El Mundo]