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Hoy como cada 28 de julio se conmemora el día mundial contra la Hepatitis, una de las principales causas de muerte a nivel global. Se estima que más de 300 millones de personas en el mundo la padecen.
La hepatitis es la séptima causa de muerte en el mundo, con cerca de 1.400.000 decesos al año, la mayoría de las muertes a causa de las infecciones por la Hepatitis C y B. Esta enfermedad inflama el hígado y puede causar otras patologías como el cáncer.
Según la Organización Mundial de la Salud, las hepatitis se convertirían en un problema de salud pública de aquí a 2030. Por eso es importante proteger a los recién nacidos con la vacuna y poner los refuerzos, así mismo las mujeres embarazadas deberían someterse a pruebas de rutina para detectar la enfermedad.
Quienes se inyectan drogas, los reclusos, los migrantes, las personas que tuvieron transfusiones de sangre antes de 1996, quienes tienen procedimientos quirúrgicos o estéticos y los nacidos entre 1945 y 1965 pudieron estar expuestos a la enfermedad.
La hepatitis generalmente es asintomática durante muchos años y solo se hace evidente cuando se desarrolla una cirrosis o un cáncer de hígado. Aunque la enfermedad tiene tratamiento, es posible volver a contraerla.
