Conocimos con nuestra Cámara Ambulante el trabajo desinteresado que realiza la Fundación “Amo mi calva” que reúne a más de 200 pacientes oncológicas y que hoy sueñan con tener una sede propia para poder seguir ampliando la atención psicosocial a más mujeres diagnosticadas con cáncer en Medellín.
En 2017, a Leidy Catalina le diagnosticaron cáncer de mama y aunque encontró compañía y apoyo en su familia, decidió crear la Fundación “Amo mi calva” pensando en reunir y agrupar a otras pacientes oncológicas para trabajar con ellas todo sobre el proceso psicosocial que no encuentran en otras áreas lejos de sus casas.
Amo mi calva hoy tiene cerca de 200 mujeres que reciben tratamiento para combatir el cáncer o a muchas que lo han superado, por eso, acompañan a quienes son sorprendidas con esta enfermedad y tienen estrategias afectivas para enfrentar, por ejemplo, la pérdida de cabello.
Acompañamos a una de ellas, que al lado de sus hijas y familia, recibió el ritual de desapego Rapunzel donde cada uno de sus seres queridos corta un pedacito de cabello y entrega palabras de amor y solidaridad.
En esta fundación todo es amor y actitud positiva y en momentos difíciles del tratamiento, un abrazo colectivo recuerda a las pacientes, que no están solas. Hoy tienen un sueño, conseguir una sede propia donde puedan reunirse y compartir sonrisas y angustias sin perder las esperanzas de ganarle la batalla al cáncer.
En un acto de amor, Alejandro, decidió cortarse el pelo para acompañar a su hermana.
Amo mi Calva les enseña a las pacientes a enfrentar el cáncer, a llevar con orgullo su nuevo look y a no renunciar al sueño de vivir.
