“Muchas gracias a ustedes por estar muy pendiente de ella, usted sabe, felicitaciones a ustedes también y nosotros, pues, estoy sin palabras como le dije ahorita”, decía Patricia Cataño, la progenitora de la gran Manuela.
Muy temprano comenzó la fiesta. Sí, es que el partido persuadió a todo un país para despertar desde las 4:30 a. m. para ver a nuestra Selección Colombia Femenina, y por supuesto, a la familia Vanegas en Copacabana.
“Antes del partido hizo la videollamada y me dijo «mamá, voy hacer gol, yo sé que voy hacer gol, yo sé lo aseguró». Nosotros siempre hablamos con ella y le echamos la bendición y le deseamos lo mejor”, entre lágrimas dijo Patricia, mamá de Manuela.
Qué mejor regalo el que le dio Colombia y Manuela a su mamá, levantándose como una atleta de salto alto, la talentosa zurda de Copacabana, en el último suspiro cabeceó como mandan los cánones para mandarla al fondo y darle por 2 a 1 a nuestra Selección sobre Alemania.
“Iban muy motivadas, muy concentradas a intentar ganar el partido y gracias a Dios se dio el marcador que necesitábamos y con un golcito de la niña, una felicidad y emoción muy grande”, comentó Héctor, el papá de Manuela.
La familia Vanegas, y todo el barrio en Copacabana, festejaron el triunfo y gol de Manuela
Claro, es la niña de don Héctor y la que puso a festejar a todo un país; ella, y la obra que también pintó Linda Caicedo.
Nunca le habían ganado a Alemania; y Manuela Vanegas, y todo un equipo, lo hizo realidad, y por eso, un rato después de finalizar el compromiso, llegó la videollamada entre doña Patricia y su hija, porque ella es el motor de su familia y la inspiración y orgullo del barrio La Misericordia y toda Copacabana.