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Felipe Richard Londoño encontró en el deporte un nuevo estilo de vida.
Su apariencia física cambió de forma notoria, pero no solo eso, también cambió su mentalidad. Esta evolución lo llevó a plantearse un gran reto: subir el mítico Alto de Letras trotando.
Un reto diferente. Competir contra sí mismo y contra el exigente ascenso.
Este Ingeniero Administrador de 33 años logró el reto con un espectacular tiempo de 8 horas y 14 minutos. En la meta celebró de una forma muy especial.
Más que una historia de superación, Felipe es un claro ejemplo de vida que inspira a atletas y no atletas para plantearse y cumplir retos.
