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La capital de Corea del Sur, Seúl, fue el epicentro del ejercicio militar que se realizó con éxito de la interceptación de misiles balísticos. Estos misiles aire-tierra son de largo alcance (L-SAM).
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Este ensayo generado por las fuerzas coreanas del sur, hace parte del proceso denominado "tres ejes" que integra la defensa contra Corea del Norte.
La prueba de esta interceptación, se hace a propósito de los lanzamientos de las últimas semanas de la ciudad de Pionyang y del misil balístico intercontinental (ICBM).
La prueba se realizó hoy lanzando misiles L-SAM, cuyo objetivo es derribar proyectiles balísticos a una altura de en torno a 50 kilómetros y ser parte de uno de esos "tres ejes", el Sistema de Defensa Aérea y de Misiles de Corea (KAMD), diseñado para interceptar ataques.
El ensayo de hoy se desarrolló a través del lanzamiento de misiles L-SAM, para poder derribar balísticos a una altura alrededor de 50 km.
Corea del Sur, con su Sistema de Defensa Aerea y Misiles de Corea (KAMD), también han puesto en marcha el "Kill chain", plataforma que detecta posibles ataques enemigos y activación de los ataques preventivos. Estos ataques se hacen con misiles tierra-tierra y buque-tierra y el sistema de Castigo y Respuesta Masiva de Corea (KMPR).
Estas pruebas pretenden finalizar sus pilotos en 2024 y empezar a operar en 2027.
Además, en 2026 se tiene proyectado liderado por LIG Nex1, con una inversión de 18 millones de dólares. Este sistema podría hacer interferencia del control remoto de drones enemigos en 2026.
Dichos avances militares tecnológicos, dan cuenta de la tensión entre Seúl y Washington, con las innumerables pruebas que se han realizado. Los satélites indican que el régimen de Kim Jong-un estaría listo para realizar la primera prueba nuclear desde 2017.
Estos últimos avances se producen en un momento marcado por las repetidas pruebas de armas norcoreanas y las grandes maniobras combinadas de Seúl y Washington, a lo que hay que sumar la posibilidad de que, tal y como indican los satélites, el régimen de Kim Jong-un ya esté listo para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.
Esto tras la realización de un desfile militar, donde el máximo líder surcoreano, dijo que aumentarías su arsenal nuclear y lanzó la amenaza de que si algún Estado interfiere en sus intereses, su armamento nuclear cumpliría con su función sin previo aviso.
