Este lunes, 23 de enero, se cumplieron las honras fúnebres de Érika Jesenia Cuadros en el corregimiento de San Antonio de Prado, suroccidente de Medellín.
La mujer murió luego de recibir una herida con arma cortopunzante al oponerse al hurto de un celular. La despedida se dio en medio del sentido homenaje de sus amigos y familiares.
Su familia, sus hijos y sus amigos la acompañaron en su último día, pero ellos y quienes la conocían siguen sin entender cómo su vida se pudo apagar la noche del viernes, solo por robarle un celular.
🖤La Facultad de Educación lamenta el fallecimiento de nuestra egresada Érika Jesenia Cuadros López🖤
Condolencias a sus familiares y amigos. pic.twitter.com/uNJNi3g4EJ— Facultad de Educación UdeA (@educacion_udea) January 23, 2023
Sus amigos, de más de 20 años, la tendrán presente como la persona más alegre del grupo, la que sin importar las situaciones siempre tenía la convicción de que todo iba a salir de la mejor manera.
"La felicidad de este grupo, la que siempre nos decía vamos pa delante, la que nunca nos dejaba derrotar, la que era nuestra amiga, nuestra hermana, nuestra consejera, en los momentos buenos, malos, en los momentos difíciles, de alegría", expresó Lizeth Bedoya, amiga de Érika.
Su profesión era lo que más la hizo representativa entre quienes la conocieron: una pedagoga de tiempo completo con énfasis en niños con alguna discapacidad cognitiva. De manera particular dictaba clases donde fuera requerida.
En medio de las flores, globos blancos, rodeada de estudiantes y de un último abrazo a su ataúd, la comunidad de San Antonio de Prado le dijo adiós a una líder llena de sueños que un hecho en medio de la oscuridad terminó apagando.
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