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Luiz Inácio Lula da Silva, con 77 años, se convirtió en el presidente de Brasil para el período de 2023 al 2027. Regresando por tercera vez al poder.
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El líder progresista, ahora presidente de Brasil, se posesionó con la presencia de varios mandatarios de América, incluido el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Durante su discurso de posesión, Lula rompió en llanto frente a miles de brasileños reunidos en Brasilia, ¿la razón? La desigualdad que reina en este país. Sin embargo, la polémica inició luego de que su salario "subiera drásticamente".
“La vuelta del hambre es un crimen, el más grave de todos contra el pueblo brasileño. Es hija de la desigualdad, que es la madre de todos los males que atrasan Brasil. Asumo el compromiso ante ustedes de combatir día y noche todas las formas de desigualdades en nuestro país”, comentó Lula.
Según las cifras, el porcentaje de aumento para su salario como presidente es mayor al del salario mínimo que reciben 30 millones de personas en este país.
Jair Bolsonaro recibía un salario de menos de 6.000 euros que son alrededor de 31 millones de pesos. Pese a que lleva tres días en el cargo, Lula decidió aumentar un 16 % de esta cifra.
Lo que significa que el nuevo presidente de Brasil ganará 7.000 euros o 36 millones de pesos. Mientras que el salario mínimo subió un 7,42 % respecto al 2022 ($1'170.000).
Sin embargo, Lula también recibe una pensión como amnistiado político, esto representa 1.800 euros, es decir, 9.300.000 millones de pesos.
Por lo que al año recibe 105.600 euros, alrededor de 546 millones de pesos. Para muchos de los brasileños, una situación escandalosa.
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Ante desigualdad en Brasil, el salario de Lula escandaliza
