Seúl, 8 nov (EFE).- La mayor feria dedicada a los videojuegos de Corea del Sur, la G-Star Game Exhibition, abrió hoy sus puertas en la ciudad portuaria de Busan (sureste) con el récord de participación de 434 empresas del sector de 31 países.
Durante los cuatro días en los que se desarrolla esta octava edición de la feria se esperan centenares de aficionados, sobre todo adolescentes, al inaugurarse en un día no lectivo por la celebración en el país del transcendental examen de acceso a la universidad, detalló la agencia local Yonhap.
Más de 2.100 casetas llenaron los pabellones de la feria, que se dividió por zonas de interés desde las habituales de exposición de novedades, hasta otras dedicadas a la experiencia de juego y a eventos relacionados como las competiciones entre participantes.
De entre los participantes en esta edición destacan gigantes del sector como el estadounidense Blizzard Entertainment o el japonés Sega, así como la filial surcoreana de Nintendo, que debutó este año en la feria con sus novedades para la consola portátil 3DS.
Además, en el evento se potenciaron los juegos para teléfonos móviles y tabletas, dos dispositivo en liza con las tradicionales consolas de videojuegos, apoyados por algunas de las mayores creadoras de contenido de Corea del Sur: SK Planet, filial de la primera operadora de telefonía del país, SK Telecom, o LG Unplus.
Juegos de rol online como Bless o la nueva versión del simulador futbolístico Fifa 13 despertaron el mayor interés en la feria, según Yonhap, mientras que también se organizaron competiciones con juegos para móviles muy populares en el país surcoreano como "Anipang" y "Candy Pang".
A pesar de que el Gobierno surcoreano ha impuesto entre los jóvenes del país un apagón selectivo de videojuegos "on line" para reducir los problemas de adicción, la industria surcoreana espera ganar este año casi 7.200 millones de euros, cifra que prevé incrementar hasta 10.800 millones de euros en 2014.
Bajo el sistema de restricciones, los adolescentes menores de 16 años no pueden tener acceso desde la medianoche hasta las 6:00 horas a servicios de juegos en la red, una medida que ha desatado las críticas de los aficionados y las empresas del sector.