Pico y placa Medellín

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Corantioquia aumenta control en ladrilleras del Valle de Aburrá

Esta ladrillera está ubicada en el barrio Belén Altavista de Medellín, funciona desde 1989 y desde entonces ha fabricado miles de ladrillos; los primeros se hacían con pocos cuidados ambientales, pero tras la intervención y asesoría de Corantioquia se logró que esta fábrica adoptara sistemas amigables con el ambiente y redujera sus emisiones.

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Pero no sólo esta ladrillera ha contado con el seguimiento, control y asesoría de Corantioquia en aspectos ambientales. Actualmente se hace lo propio en otras 41. De ellas 10 están en Medellín, 24 en Itagüí y 7 en Amagá. 10 de las cuales están en proceso sancionatorio.

Si la ladrillera realiza excavación para la extracción de materiales necesita una licencia ambiental para su operación, pero si lo que hace es utilizar los excedentes de las obras de construcción necesita un permiso ambiental. En ambos casos Corantioquia es la encargada de expedir y vigilar el cumplimiento de las normas.

Algunas ladrilleras se ubican en zonas urbanas y otras en zonas rurales, determinación que es fijada por la autoridad minera. Sin embargo, en ambos casos es Corantioquia quien se encarga de velar que la presencia de estas fábricas no impacte en nuestro patrimonio ambiental.