La depresión es una enfermedad, por ende, las alarmas se deben prender ante el cambio de ánimo y de conductas cotidianas y el bajo rendimiento escolar. Conozca sobre los factores de riesgo de esto y otras complicaciones.
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Cuando enfrentamos alguna situación difícil es común sentirnos tristes, pero muchas veces, es confundida con depresión. La tristeza puede durar dos días, se convierte en una tristeza profunda cuando dura de dos a tres semanas y, una depresión, cuando hay una tristeza prolongada y diagnosticada por un profesional, con la agravante de que, cuando nada mejora en esa persona, todo puede desencadenar en un intento de suicidio o en un suicidio.
Antonio Toro, psiquiatra y docente de la Facultad de Medicina UdeA, "el principal factor de riesgo y el más importante es tener algún trastorno mental, siendo los más comunes la depresión, trastorno afectivo bipolar, consumo de alcohol y sustancias. Por hay otros factores de riesgo como tener una enfermedad crónica, los factores sociales que se vieron muy con la pandemia tan afectados, como el fracaso en el rol social, pérdida del empleo, pérdida de un ser querido".
La creencia de que podemos solucionarlo en casa con una charla motivacional hace que esto sea más dañino para la persona afectada.
"Es muy importante entender que la depresión, el trastorno afectivo bipolar, los trastornos de ansiedad son una enfermedad. Eso no es falta de verraquera, falta de voluntad, eso no es falta de carácter, esto no es pecado, esto no es debilidad. Y es importante entender que nuestra principal complicación es el suicidio", señala el psiquiatra.
La normalización de esas conductas invisibiliza el problema de salud mental. El primer paso es preguntar, porque la otra persona podrá desahogarse y así recurrir a los servicios de psicología y psiquiatría.
