La Nunciatura de Bogotá es la residencia y oficina del Embajador de la Santa Sede en los países donde hay presencia diplomática del Vaticano. En total son 108 Nunciaturas alrededor del mundo. En estas instalaciones es donde Francisco, el papa latinoamericano, pasará las noches durante su estadía en Colombia.
La Nunciatura tiene una historia particular. Su primera sede estaba ubicada en parte de lo que hoy conocemos como la Biblioteca Luis Ángel Arango, pero en 1948 fue quemada durante los desmanes ocasionados en el Bogotazo; dos años después, el Gobierno donó el terreno donde hoy se edifica esta sede diplomática que albergará durante 4 noches y 5 días al papa Francisco.
Carmenza, la chef de La Nunciatura es oriunda del municipio de Soacha en Cundinamarca, es la sexta de siete hermanos de extracción humilde, y quien, como muchos colombianos, ha tenido que hacer grandes sacrificios para llegar a ser alguien, para estudiar y para sacar adelante a su familia.
“Es importante que el Papa venga, porque sabemos que el Papa es una persona de fe y de paz; nosotros estamos en un proceso donde queremos la Paz y nos va a dar una gran catequesis sobre la humidad y el perdón”, dice Carmenza sobre lo que espera de la visita de Francisco.
Carmenza es una católica consagrada, asiste a la eucaristía todos los domingos y nos habla de cómo la fe y la disciplina la han llevado a ser la chef de la Nunciatura. “Nos tocaba buscar la forma de salir adelante y a mí me tocó irme a Medellín a estudiar en Comfenalco”, cuenta Carmenza, orgullosa.
“Siempre me gustó la gastronomía, desde muy pequeña me las arreglaba para cocinar pan y, aunque me salía como una piedra, siempre he tenido la venita de la gastronomía”, comenta, mientras nos muestra su oficina: la cocina de la Nunciatura en Bogotá.
“Ajiaco será uno de los menús para el Papa, no puede faltar porque estamos en Bogotá (…). Yo estudié en Medellín, pero como el Papa estará allá no voy a hacer fríjoles y quitarle esa oportunidad a los paisas”, agrega con emoción.
“Soy mujer, de Soacha, y con orgullo seré la chef de el Papa y, con el respeto que se merecen los hombres, las mujeres también somos buenas chef”, asegura Carmenza en medio de risas.
“Quisiera darle mucha comida, muchos menús, pero solo son 4 cenas, un almuerzo y 4 desayunos (…). Nos hemos preparado espiritualmente para que el Santo Padre esté cómodo”, sostiene.
Ya son 4 años como chef de la Nunciatura y agradece a Dios porque nunca se imaginó que iba a tener esta oportunidad. Cuando era niña fue con su escuela a la Plaza de Bolívar a saludar al papa Juan Pablo II, en julio de 1986, pero en esa ocasión el Santo Padre no le dio su bendición porque no pudo llegar por la agenda. Ella se quedó con las ganas de la bendición del Papa y hoy su deseo se hace realidad.
“No he dejado de darle gracias a Dios desde que se dio la noticia de que el Papa venía a Colombia”, afirma.
“Nos estamos preparando para atenderlo bien, para hacer una gran muestra de nuestra gastronomía”, dice Carmenza y concluye. “Nunca pensé que me tocaba cocinarle al Papa, porque eso es para los grandes chefs internacionales. Entonces yo nunca pensé eso, por eso me voy a lucir”.