Alirio Valencia le cuenta a diario a su hijo la oportunidad única e irrepetible que tuvo en el año 1986 de pertenecer a uno de los anillos de seguridad del papa Juan Pablo II en Medellín, cuando tan solo tenía 19 años.
Valencia cada vez que puede le enseña con orgullo a quienes llegan a su hogar, es para él la evidencia más fuerte de que aquel encuentro fue real. La fotografía fue enviada directamente desde el Vaticano un mes después de la visita del Papa.
Luego de que el papa Juan Pablo II fuese nombrado santo, Alirio asegura que aquel hombre en dos ocasiones le salvó la vida luego de pasar duras enfermedades.
Ahora Alirio es taxista y aprovecha esta labor para contarle a quienes viajan con él como fue ese 5 de Julio de 1986 cuando conoció a quien en ese entonces era el máximo represente de Pedro en la tierra.