La violencia sexual contra menores en Colombia es preocupante. Los reiterados casos sumados a un sistema judicial que no avanza de manera adecuada estarían agravando la situación.
“Creo que un problema grande tiene que ver con el conocimiento o interpretación misma de la norma o los preconceptos que tienen también muchas de las personas que se articulan en el proceso de operación de justicia. Existen leyes en este momento, el Código Penal, que planten la posibilidad de operar la justicia. Necesitamos formar a los funcionarios públicos, la Policía, a los jueces para una mayor sensibilidad frente a esto y conocimiento”, explicó Luz Alcira Granada, directora nacional de ONG Bethany.
Ante el panorama se recomienda a los adultos responsables estar alerta con los niños y niñas pues, según las autoridades, los agresores suelen tener estrategias para abordarlos, especialmente a través de redes sociales.
“Muchas veces es grooming directo o grooming digamos online, entonces, siempre como padres o madres debemos estar muy atentos, esto no es violar la privacidad del niño o la niña, hay que estar atentos con quién se están conectando, qué están haciendo en redes sociales. Es muy peligroso”, agregó la experta.
Solo entre enero y agosto del año pasado, se presentaron en el país 8.295 delitos sexuales contra menores, de los cuales 4.605 fueron contra niños y niñas y 3.690 contra adolescentes, por esta razón la Procuraduría anunció medidas.
“Una nueva palabra para nosotros los que no somos tan jóvenes como el grooming, donde el adulto establece una conexión emocional con un menor para poder luego de ganarse la confianza realizar la explotación sexual. Creemos que lo primero que tenemos que hacer es fiscalizar y vigilar y por eso estamos yendo a todos los colegios, instituciones públicas”, señaló Margarita Cabello, procuradora general de la nación.
Además, tenga en cuenta que la amenaza por abusos no solo está latente por parte de agentes externos. Según la Defensoría, el 78% de los casos se registran dentro del entorno familiar, por lo que muchas veces el riesgo podría estar más cerca de lo que imaginamos.
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