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El 27 de marzo es un día que se recuerda con temor, pues un día como este ocurrió el que podría ser el accidente aéreo más grande en la historia de la aviación.
Ocurrió en 1977 la isla de Tenerife, en España, cuando dos aviones Boeing 747 colisionaron en la pista a causa de la escasa visibilidad que había ese día.
Tras la colisión de los dos gigantes todo se envolvió en llamas dejando el lamentable saldo de 583 personas fallecidas.
Ambos aviones se dirigían hacia la isla de Gran Canaria, uno venía desde Estados Unidos y otro desde Holanda; pero por una alerta de bomba en el aeropuerto de Gran Canaria, muchos vuelos fueron desviados al aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife.
Créditos: El Periódico de España
Fue esta congestión repentina del aeropuerto, más un mal clima con baja visibilidad, lo que causó el mortífero accidente. Mientras uno de los aviones hacia su carrera de despegue, el otro todavía estaba en la pista y fue envestido.
A causa de este accidente aéreo que evidenció la peligrosidad del aeropuerto Los Rodeos, este dejó de recibir vuelos internacionales y luego, desde 1980 hasta 2003, estuvo casi que totalmente clausurado. En 2003 recibió una serie de reformas que permitieron que este volviera a operar con mayor seguridad, sin embargo, el aeropuerto nunca volvió a tener la afluencia que tuvo antes de 1977.
Créditos: El Periódico de Tenerife
