Las lluvias se llevaron la tranquilidad de los habitantes del barrio Palo Blanco del corregimiento San Antonio de Prado. La alerta constante de un nuevo deslizamiento y el desbordamiento de la quebrada La Chorrera, además de no dejarlos dormir, tampoco los deja terminar de limpiar los estragos que la emergencia ocasionó en sus viviendas el fin de semana.
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“El susto porque se volvió a venir otra vez toda la cañada, ya se estaba como desbordando, e incluso se vinieron muchas piedras y se está viniendo hasta una casa, donde esa casa se venga es más complicado porque no solamente se va a venir esa, se van a venir todas”, expresó Liris Montiel, afectada.
Una de las viviendas se encuentra en riesgo de colapso tras la pérdida de banca que se llevó el último derrumbe. En Las Coles, en la parte alta del mismo sector, también se registró un nuevo deslizamiento de tierra que dejó afectaciones a las vías y algunas viviendas aledañas.
“Nosotros con los equipos siempre estamos trabajando articuladamente con Dagrd, tenemos personal experto en la zona evaluando qué acciones vamos a tener para mitigar estas consecuencias en el cauce”, indicó Elizabeth Coral, secretaria (e) de Medio Ambiente de Medellín.
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En San Antonio de Prado hay siete viviendas declaradas en pérdida total y siete con orden de evacuación definitiva. Los ciudadanos continúan recibiendo ayudas para recuperar lo perdido.
