En escombros quedaron las paredes y techos de dos viviendas que se habían convertido en un foco del microtráfico en Copacabana.
Un primer inmueble fue derribado en el barrio Machado, donde se vendían y consumían estupefacientes, incluso, una persona en situación de calle fue retirada del lugar y trasladado a un centro de protección.
La otra estructura demolida fue un antiguo orfanato que funcionaba como plaza de vicio y donde se escondían vehículos hurtados. Según los investigadores, también era usado por algunas personas para ritos satánicos.
Estas dos viviendas se suman a los 18 inmuebles que ya fueron derribados en el municipio de Amagá.