Nadie, a excepción del personal INPEC, está autorizado a ingresar durante estos días a los centros carcelarios del país, como es el caso de Bellavista y otros establecimientos penitenciarios de la ciudad donde las visitas a los internos están prohibidas.
Así mismo las jornadas de aseo han incrementado y los controles al personal del INPEC se han extremado.
Hasta el comercio ubicado en las afueras de Bellavista debió cerrar, cómo es el caso de esta vendedora quien hoy teme que la restricción se prolongue por más semanas.
El mismo panorama se vive en las estaciones de Policía de la ciudad con la excepción de que allí sí están permitiendo el ingreso de los implementos de aseo y limpieza para los sindicados.