La pelota volvió a mancharse, pues no habían pasado 5 minutos de disputado el encuentro y los aficionados empezaron a arrojar bengalas al campo de juego.
No contentos con esto, un joven encapuchado ingresó al campo de juego a increpar a los jugadores, el cual no logró su cometido gracias a la acción oportuna del cuerpo de seguridad.
El hecho ocurrió en Países Bajos en un partido entre el Groningen y el Ajax, se intentó reanudar el partido 20 minutos después, sin embargo, la situación continúo, por lo que, al no haber garantías, se dio por terminado el encuentro.
Este bochornoso hecho que no es propio solamente del continente americano, sucedió, al parecer, por las protestas de los simpatizantes del equipo local, el Groningen, que descendió a la segunda categoría.
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