Redacción deportes 26 ene (EFE).- La bielorrusa Victoria Azarenka ganó por segundo año consecutivo el título del Abierto de Australia al derrotar hoy en la final a la china Na Li, por 4-6, 6-4 y 6-3, en dos horas y 40 minutos, y mantuvo de paso su puesto como número uno del mundo.
Con su punto número cien en el partido, Azarenka se mantuvo reina en el primer Grand Slam de la temporada, en una final en la que Li, finalista en el 2011, tuvo que luchar a contracorriente. La jugadora china sufrió dos caídas durante el partido, una torcedura de tobillo, mareos, y aunque ganó el primer parcial, tal y como hizo en la final de hace dos temporadas contra la belga Kim Clijsters, sucumbió de nuevo en tres sets.
De haber ganado Li habría hecho un gran favor a la estadounidense Serena Williams, que hubiera recuperado el puesto de número uno del mundo, y además, con 30 años y 335 días, se hubiera convertido en la ganadora más veterana en triunfar en el Abierto de Australia.
Li se hubiera convertido en la primera jugadora después de la rusa Svetlana Kuznetsova en Roland Garros 2009 en ganar en un Grand Slam a la uno y la dos del mundo, pero acabó llorando su derrota. No obstante permanecerá quinta del mundo en la clasificación de mañana lunes, en la que la bielorrusa cumplirá su 48 semana al frente, seguida por la rusa Maria Sharapova y Serena.
Para "Vika" su victoria significó el primer título del año y el décimo quinto de su carrera. Pero el partido fue un carrusel de roturas de una y otra, con trece en total, demasiadas para una final de un Grand Slam, en la que por momentos conservar el servicio fue una tarea imposible.
Mal comenzó el partido para Li, que inició el partido con una doble falta en el primer punto, aunque la china se hizo con este primer parcial, con doble falta final de la bielorrusa y a la cuarta oportunidad de la asiática.
Azarenka dominó el segundo parcial hasta situarse con 3-0, y todo se ponía a su favor, cuando en el quinto juego Li sufrió una torcedura en el tobillo izquierdo. Durante casi diez minutos el fantasma de la retirada planeó sobre la Rod Laver Arena, recordando el abandono de la belga
Justine Henin ante la francesa Amelie Mauresmo en la final de 2006.
Pero tras serle vendada esa zona, Li se recuperó y siguió batallando aunque con menos intensidad que en el primer parcial, para acabar entregando este set, con quiebre incluido en el noveno juego.
El descanso en el tercer set durante casi 20 minutos para los tradicionales fuegos artificiales en el río Yarra que conmemoran el "Día de Australia" fue aprovechado para que Li fuera atendida de nuevo, tras sufrir una nueva caída y además recibir masaje en el cuello debido a unos mareos.
Con tantos contratiempos, a Azarenka no le fue demasiado difícil romper el saque de su rival dos veces más para lograr la victoria a la primera oportunidad.
"Enhorabuena a Victoria por los grandes resultados que ha conseguido aquí en los dos últimos años", dijo Li en la ceremonia de entrega de trofeos, "me encanta jugar aquí, sé que no soy joven pero lo intentaré de nuevo el próximo año", prosiguió la jugadora china que dedicó un piropo a su equipo de trabajo encabezado por el técnico argentino Carlos Rodríguez y su marido Jiang Shan.
"Hace dos semanas odiaba a mi equipo, porque me presionaban mucho para trabajar, pero ahora creo que debo callarme y continuar", señaló.
El discurso de Azarenka fue mucho más protocolario y en ningún momento se refirió a la lesión de Li, y además se vio interrumpido por algunos silbidos del público, que no olvidó su incidente en el partido de semifinales contra la estadounidense Sloane Stephens, cuando se fue al baño durante diez minutos tras desperdiciar cinco bolas de partido.
"Han sido dos largas semanas, pero siempre mantendré mis mejores recuerdos de esta pista, y los guardaré en mi corazón para siempre", comentó
"Vika", que deseó a su rival "lo mejor" y verla en "más finales" para acabar con una frase con la se congraciaba con los aficionados: "Os deseo a todos un feliz Día de Australia".