El clavadista antioqueño Víctor Hugo Ortega, nos conversó sobre sus próximos proyectos. Primero, ir a Tokio 2020. Pero además convertirse en el reemplazo de Orlando Duque.
Después de tres juegos olímpicos, a Víctor Hugo Ortega le costó encontrar la motivación para aspirar a unos cuartos. Pero el sin sabor de Brasil 2016, sumado a la oportunidad que significó la cuarentena y el aplazamiento de Tokio 2020, lo convencieron de prepararse para su cuarta hazaña y revivir el sueño de colgarse la medalla que le falta, porque todas las demás ya las obtuvo.
Sin piscina ni trampolín, entrena en el parqueadero de su unidad. Ortega inició el año planteando un nuevo sueño, ampliar la altura de sus clavados en espacios naturales, entrenarse como el sucesor de Orlando Duque, quien confía en las condiciones de Víctor para alcanzar nuevas marcas.
Los clavados de altura serán el nuevo camino con el que iniciará a recorrer los paisajes naturales de Antioquia y el país para darle más aire a su carrera y revivir la adrenalina que sentía de chico cuando veía el trampolín elevado en el cielo.
