Las víctimas del colapso del edificio Space recuerdan con tristeza aquella noche en que sus casas, por las que trabajaron, ahorraron y hasta se endeudaron, desaparecieron en segundos. Quedaron a la deriva y aseguran que aún no se sienten reparados
No hay día en que Javier Henao no recuerde como desde su balcón vio caer a pedazos la torre 6 del edificio Space. Fueron segundos de pánico que solo alcanzaron para salir huyendo.
Como Javier, otros 160 propietarios quedaron a la deriva. Sus ahorros de toda la vida se convirtieron en polvo y escombros. Algunos aún tienen inconvenientes o deudas sin saldar.
Están a la espera de que se pueda vender el lote donde solo quedó el fantasma del amargo recuerdo para dividir el dinero.
11 años más tarde los rescatistas que buscaron los cuerpos entre los escombros, apenas dimensionan la magnitud de la tragedia.
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