Desde muy pequeña le han gustado los grandes retos, esos que llevan adrenalina.Con tan solo 19 años, Verónica Arboleda compite en su mostrika como llama a su moto que compró con sus ahorros. Corre contra hombres y eso no la amilana, solo nervios al comienzo, que después pasan.
La madre, doña Eliana tuvo que aceptar los gustos de su hija y solo conformarse, pues el amor de Verónica por las motos es único.
Esta porrista quiso ponerle un mayor picante a su vida, por eso se montó en la moto y aunque no ha dejado la destreza y la perfección que requieren el porrismo, esta paisa ama correr, y más frente a hombres.
A pesar de gustarle las motos, no deja de ser femenina y lo demuestra cada que sale a la pista. Ya no le teme a nada, la velocidad corre por sus venas, ya cuenta con el apoyo de su madre, y el de su novio, quien tiene más experiencia que ella. Sin duda, una familia a la que gusta la adrenalina.