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Además de las calles peatonales, las luces, la gente y los colores que resaltan en el barrio Provenza de Medellín, hay una imagen que a lo lejos se destaca: la silueta de un hombre que carga una silleta en su espalda y una bandeja de flores en sus manos.
Se trata de don Luis, un hombre que sin ser silletero ni floricultor, lleva el color y la tradición en sus hombros.
“Salgo a las 5 de la mañana, cojo el bus y me voy para El Poblado, este es el sector mío para vender, y aquí hay gente muy querida conmigo”, manifestó don Luis Gilberto.
Con una vestimenta típica de los campesinos antioqueños, compuesta por machete, rula, carriel, poncho y sombrero, don Luis, recorre las calles de El Poblado vendiendo flores, recibiendo y regalando sonrisas.
“Ah, no, todo el mundo, aquí se toman fotos conmigo, me hacen reír, yo hago reír la gente, la gente aquí es muy querida”, agregó.
Flores que en una tímida maceta, incluso alcanzan a enamorar.
¿Qué dicen los turistas en Provenza?
La turista Martha Santos se conmovió al verlo y dijo:
Me encanta que se conserve la tradición, las florecitas, y toda la naturaleza que tiene Medellín por su clima y sus montañas.
Don Luis, un hombre que no solo lleva la tradición en su espalda, sino en su corazón.
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