Doña Leonor no dudó en empacar su maleta a penas se enteró que una gran porción de la montaña se había desprendido.
"Siente uno muchos nervios porque eso siempre es duro, pensar que uno tenga que salir y dejar la casita, con todas las cositas, con lo poquito que uno tiene" dijo doña Leonor, habitante de la vereda La Verde, parte baja.
Su vivienda es una de las miles que están ubicadas en el cauce de la quebrada Doña María, la cual se represó por varios minutos, generando un riesgo.
"Vivo con un hijo pero el hijo no estaba, yo estaba aquí con la nuera. Ella sí se fue de los nervios que tenía, se fue para donde una sobrina mía. Yo sí me quedé solita" agregó Leonor.
Sin embargo está lista para evacuar, de ser necesario; como también lo está don Diego quien manifiesta que en toda su vida no había sentido tanto miedo de vivir aquí.
"Esta quebrada sí se ha salido. Estas casas se inundaban cada rato, pero así con derrumbe incluído, como este, no" manifestó Diego Cano, habitante de la vereda La Verde.
Solo en San Antonio de Prado, son al menos cuatro comunidades en riesgo.