En el corregimiento La Danta, en el Magdalena Medio sonsoneño, las vacas están interrumpiendo el descanso eterno y causando daños en el cementerio local, al parecer los semovientes entran a pastar al campo santo porque una de las cercas está dañada.
Las pisadas del ganado interrumpen el descanso eterno, pero también causan daños en las lápidas, cruces y hacen sus necesidades en el campo santo, así lo denunció una de las familiares de un difunto.
Las vacas buscan el pasto santo porque el cerco está dañado. El párroco de La Danta, en Sonsón, aseguró que informó el tema a los dueños del ganado y se comprometieron a arreglar la cerca.
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