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El uso de un buen casco, según la OMS ayuda a reducir hasta en un 40% el riesgo de muerte por trauma craneoencefálico. Sin embargo, para algunos motociclistas esta recomendación pareciera no importar.
Desconocimiento que al parecer también tuvo Sebastián Montoya, un joven con tan solo 21 años amante del mundo de las motocicletas. Su vida se dividía entre su pequeña hija y en cómo lograr nuevas y cada vez más innovadoras acrobacias en su moto.
La mayoría de acrobacias que compartía con sus amigos, las realizaba con un casco puesto. Sin embargo, una mañana su afán por registrar “bien” ante los celulares de quienes lo grababan provocó que el miércoles 11 de octubre de 2018 decidiera no portar el dispositivo de seguridad.
El porte del casco para vehículos de dos ruedas en Colombia es una obligación por norma, sin embargo, más allá de su uso, el Gobierno Nacional decidió brindar mayor garantía al motociclista en el momento de adquirirlo. Por ello en marzo de este año decidió expedir la resolución 1080.
Quienes deberán aplicar la nueva resolución a partir del año 2020, son entonces fabricantes y distribuidores de cascos en el país. El objetivo es garantizar que estos elementos al momento de venderse cumplan con las certificaciones exigidas, de lo contrario incurrirían en sanciones.
Aunque las sanciones están establecidas; la mayoría de motociclistas como Sebastían desconocen si por ejemplo la norma Europea identificada con ECE 2205, la norma Americana DOT y la Colombiana RES1737/ NTC4533, son válidas y pueden ser utilizadas.
El golpe que Sebastián recibió en su cabeza hizo que el joven perdiera casi de inmediato la consciencia y que permaneciera en un centro asistencial por varias horas; lugar donde rodeado de familiares y amigos, perdió su vida.
Sentir el viento en su rostro mientras recibía aplausos luego de cada acrobacia realizada, fue más importante para Sebastián que asegurar su vida con un buen casco, desconocimiento que comparten algunos motociclistas.
Lo cierto es que uno de los pasos más importantes para adquirir un casco que garantice su seguridad es la talla, requisito que depende del diámetro de la cabeza: entre 53-54 cm corresponde a una talla XS, 55-56 cm S, 57-58 cm M y 59-60 cm L.
Para evitar que casos como el de Sebastián y otros 70 motociclistas que perdieron su vida en las vías se repita, La Secretaría de Movilidad de Medellín continuará vigilando el adecuado uso del casco. En 2019 se realizaron 9.300 comparendos por conducir estos vehículos sin tener los debidos requisitos. Esta infracción contempla la inmovilización del vehículo y el pago de 15 SMDLV.
Exactamente un año después del incidente, Juan David padre de Sebastián decidió volver al lugar donde su hijo estuvo por última vez; lo hizo acompañado de algunos amigos de “basu” como le decían a Sebastián. Entre todos revivieron el día en que Sebastían decidió no usar su casco.
A pesar de los crudos que pudieron ser los testimonios de los amigos de Sebastián, la cantidad de cascos que colgaban de la malla reflejaban que aún la muerte de “basu” no había calado lo suficiente. Mensaje que de alguna forma quiso dejar plasmado don Juan David.
En 2019 un total de 61 motociclistas han perdido su vida en las vías de Medellín, 12.409 han resultado heridos en incidentes viales, aunque son pocos los que como Sebastián lo hicieron debido a la falta del uso de su casco no deja de ser alarmante que aun para muchos motociclistas este dispositivo de seguridad no sea más que un accesorio.
