Bogotá, (EFE).- Un hombre que estuvo vinculado durante diez años con el Cartel de Medellín y que fue testigo en el juicio que se siguió en los años noventa en EE.UU. contra el exdictador panameño Manuel Antonio Noriega fue asesinado hoy a tiros por una sicaria en Bogotá.
La víctima, Gabriel Taboada García, de 58 años, fue atacada en una concurrida avenida del norte de la capital colombiana, indicó la edición digital del diario El Tiempo.
Taboada estuvo preso en Estados Unidos por cargos relacionados con el narcotráfico y fue un controvertido testigo durante los años noventa del siglo pasado.
Testigos indicaron que una mujer bajó de una motocicleta durante un semáforo en rojo y disparó hasta siete veces contra el hombre, que viajaba en un vehículo todoterreno.
Las autoridades que investigan los hechos cuentan con las placas de la motocicleta.
Taboada fue detenido en Suiza en 1989 y extraditado a Estados Unidos ese mismo año, donde se le impuso una pena de 21 años de cárcel por narcotráfico que redujo gracias a sus testimonios contra Noriega a partir de 1991, cuando selló su colaboración con el Gobierno estadounidense como testigo estrella de la lucha antidroga.
Este hombre afirmó que a través de su negocio de venta de automóviles importó más de 47 vehículos de lujo libres de impuestos para el narcotráfico, con la cooperación de embajadas de 45 países que le autorizaban para circular con placas diplomáticas.
De hecho, Taboada declaró haber visto en 1983 al señor "Manuel" (en alusión a Noriega) en casa de los hermanos Ochoa, miembros del Cartel de Medellín, en una reunión en la que precisamente el testigo discutía con sus jefes cómo sustituir un Ferrari que les incautó el Gobierno colombiano.
En el juicio relató que Noriega vestía un elegante traje blanco y que le vio aceptar un maletín con 500.000 dólares de manos de Gustavo Gaviria, primo del capo Pablo Escobar Gaviria.
Noriega, quien gobernó de facto Panamá entre 1983 y 1989, retornó en 2012 a su país luego de cumplir 21 años de cárcel en Estados Unidos y Francia por delitos de narcotráfico y lavado de dinero, y ahora afronta varias condenas por homicidio, violaciones a los derechos humanos y hasta daños al medio ambiente.
Taboada declaró después, en 1994, que Colombia era un Estado impregnado en su totalidad por el narcotráfico, declaraciones que fueron desacreditadas por el Gobierno del entonces presidente liberal César Gaviria.
