En toda una pesadilla se convirtió el sueño de estos dos hermanos de tener su propia clínica veterinaria, debido a la construcción vecina que está a punto de ocasionar el colapso de la estructura. Los hermanos adquirieron el inmueble en octubre de 2014 y desde entonces han denunciado las averías ocasionadas por la construcción del edificio, y aunque han tratado de conciliar, las partes no han podido ponerse de acuerdo.