El paso a través del tapón del Darién se ha convertido en uno de los corredores migratorios más grandes de la historia.
Más de 3.000 personas pasan por allí diariamente, exponiendo sus vidas a las duras condiciones de esta densa selva tropical.
La cifra de personas fallecidas en este paso, que conecta a Colombia con Panamá, es desconocida debido a la falta de controles que registren a quienes transitan por allí.
El tramo de la selva del Darién es el único sector del continente americano donde se interrumpe la carretera Panamericana.
A lo largo de muchos años, diferentes mandatarios han propuesto finalizar la vía, o como lo ha planteado Gustavo Petro, construir una vía férrea.
No obstante, el representante a la Cámara, Alejandro Toro, ha presentado varias propuestas para completar la construcción de esta autopista transnacional.
Una de las propuestas sería una vía de 98 kilómetros que partiría cerca de Chigorodó y atravesaría la selva hasta conectar con el municipio panameño de Yaviza.
Otra opción sería construir una carretera que bordee el mar y no afecte el ecosistema selvático, pasando por Unguía, Acandí y Capurganá.
Aunque la propuesta resulta atractiva para organismos de derechos humanos y algunos comerciantes, los gobiernos de Norteamérica no parecen estar muy de acuerdo, ya que esto facilitaría el flujo de migrantes hacia estos países.